Nací en Sevilla, mi infancia la disfruté en un humilde barrio, con tan solo 7 años mi cabeza ya era un polvorín de imaginación y fantasía, que me ha ayudado a ser quien soy en la actualidad. Comencé a conocer la madera con la ebanisteria, talla e imaginería religiosa, de manos de José Narváez, un anciano que dominaba e impartía dichas disciplinas en una escuela taller.

A medida que pasaba el tiempo mis inquietudes en el mundo de la Guitarrería iban en aumento y para nada me saciaba solo construir. Buscaba como un detective de novela la causa y razón por la que todas las guitarras sonaban distintas, aun siendo de la misma materia y fabricación.
Conocí varios Guitarreros en Sevilla como José Alberto Pantoja y Francisco Barba, que me enseñaron ese arte desde lo más básico, todo desde el otro lado del banco. Teoría que ponía en práctica nada más llegar a casa. Cursé estudios en la restauración y construcción de pianos, armonios, clavisenvalos y organos tubulares en la escuela taller Jorge Bosh, donde solo admitieron 25 personas aproximadamente.